INGREDIENTES:
Alitas de pollo: 1 kg
PARA MARINAR:
Jugo de 1 limón
Vino blanco seco: 1/2 taza tamaño té
Jengibre rallado: 1/2 cucharadita tamaño té
Hojas de albahaca: 1 pocillo
Sal y pimienta: a gusto
PARA LA SALSA:
Aceite: 1/4 de pocillo
Cebolla picada: 1
Sal y pimienta: a gusto
Azúcar rubia: 2 cucharadas soperas
Mostaza: 2 cucharadas soperas
Salsa inglesa: 2 cucharadas soperas
Puré de tomate: 150 cm3
PARA REBOZAR:
Claras desligadas: 2
Pan rallado: 1 taza tamaño té
Aceite de maíz o girasol (para freír): cantidad necesaria
PREPARACIÓN:
Limpieza de las alitas de pollo. Retirar los extremos, dejando la piel en la parte que tiene forma de muslito. Con un cuchillo de buen filo, raspar desde el extremo más angosto del hueso, separando la carne pero manteniéndola unida al extremo opuesto del hueso. Dar forma de bochita con las manos y envolver la carne con la misma piel. Ubicar en una fuente. Rociar con jugo de limón mezclado con vino blanco, jengibre, hojas de albahaca, sal y pimienta. Tapar con papel film y dejar marinar en la heladera por 30 minutos. Salsa. Verter el aceite en una cacerola y llevar a fuego suave. Incorporar la cebolla y una pizca de sal. Rehogar hasta que esté transparente. Adicionar el resto de los ingredientes. Mezclar y cocinar hasta que rompa el hervor. Retirar. Salpimentar a gusto y reservar. Cocción de las alitas. Retirarlas de la marinada y pasarlas por las claras desligadas. Pasarlas, ahora, por el pan rallado y freír en aceite hasta que estén doradas y cocidas. Servirlas acompañadas por la salsa.
