INGREDIENTES:
Calabaza cocida y reducida a puré: 1 kilo
Sal fina: 1 cucharadita de té
Almidón de maíz: 200 gramos
Azúcar molido: 100 gramos
Harina tamizada: 1 kg
Agua tibia: 70 cm3
Levadura de cerveza: 50 gramos
Esencia de vainilla: 1 cucharadita de té
Ralladura de la piel de 1 naranja
PARA FREÍR:
Grasa vacuna: cantidad necesaria
PARA LA CUBIERTA:
Azúcar impalpable: cantidad necesaria
OTROS:
Harina (para espolvorear la mesa): cantidad necesaria
Manteca derretida (para pincelar la placa): cantidad necesaria
PREPARACIÓN:
Colocar el puré de calabaza en el bol de la batidora. Incorporar la sal, el almidón de maíz y el azúcar molido. Trabajar con la espátula mezcladora hasta integrar. Retirar y reservar. Disponer la harina en otro bol y adicionar la preparación de calabaza y mezclar. En otro bol, con el agua tibia, pisar la levadura de cerveza hasta obtener una crema. Adicionarla a la preparación anterior. Añadir la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Integrar todos los ingredientes. Continuar con la tarea hasta obtener una masa que despegue del bol. Logrado esto, cubrirla con un repasador y dejar que duplique el volumen en un lugar cálido. Una vez que levó, descubrir la masa. Pasar la masa a la mesa enharinada. Cortar una porción y formar un cilindro de 5 cm de diámetro, dividirlo en segmentos de 5 cm de ancho y, con cada uno, modelar esferas. Dejar descansar de 10 a 15 minutos. Repetir el procedimiento con el resto de la masa. Practicar un orificio en el centro de cada esfera y hacer girar la pieza para agrandarlo. Disponer los aritos obtenidos, separados entre sí, sobre una placa pincelada con manteca derretida. Dejar levar. Calentar la grasa en la freidora. Una vez caliente, poner varias rosquitas. Dorarlas de ambas caras, retirar y escurrir. Ubicar las piezas sobre una placa cubierta por hojas de papel absorbente. Cubierta. Colocar las piezas sobre una rejilla, con una placa dispuesta por debajo. Tamizar azúcar impalpable por encima
