INGREDIENTES PARA LA MASA:
• Harina: 300 gramos
• Manteca fría: 150 gramos
• Azúcar: 150 gramos
• Huevos: 2
• Esencia de vainilla: 1 cucharadita tamaño té
• Ralladura de la piel de 1 naranja
• Harina (para la placa): cantidad necesaria
PARA EL RELLENO:
• Crema de leche: 400 gramos
• Azúcar impalpable: 100 gramos
• Esencia de vainilla: 1 cucharadita tamaño té
• Frutillas cortadas en trozos: 1/2 taza tamaño té
• Duraznos en almíbar escurridos y picados: 1 lata chica
• Kiwis pelados y cortados en rodajas: 2
• Gel frío neutro (optativo): cantidad necesaria
PREPARACIÓN:
Masa. Colocar la harina, la manteca cortada en trozos y el azúcar en la procesadora. Procesar hasta formar un arenado. Agregar los huevos, la esencia de vainilla y la ralladura de la piel de limón. Procesar hasta integrar y formar una masa que se desprenda del bol. Retirar. Ubicar en una placa enharinada y aplanar. Llevar a la heladera hasta que esté bien fría. Retirar. Trozar y unir. Estirar con un palo de amasar. Con la masa, forrar un molde de 24 cm de diámetro. Pinchar la base y cocinar en horno precalentado a temperatura moderada hasta que la masa esté cocida y dorada. Retirar y dejar enfriar. Relleno. Batir la crema de leche con el azúcar impalpable y la esencia de vainilla a punto chantilly . Distribuir sobre la base de tarta horneada y disponer las frutillas en el centro. Ubicar los duraznos y las rodajas de kiwi de forma decorativa. Llevara la heladera hasta el momento de servir. Si lo desea, para mantener la frescura de la fruta y dar brillo, pincelar con gel frío neutro.
A esto se le llama que la comida entra por los ojos. Bonita presentacion.