INGREDIENTES PARA EL FERMENTO:
• 25 gramos de levadura
• 2 cucharadas de harina
• 1 cucharada de azúcar
• 125 centímetros cúbicos de leche tibia
PARA LA MASA:
• 420 gramos de harina
• 1 pizca de sal
• 100 gramos de azúcar
• 120 gramos de manteca
• Ralladura de 1 limón
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 cucharadita de esencia de limón
• 1 huevo
PARA EL RELLENO:
• 100 gramos de nueces
• 100 gramos de pasas remojadas
• 100 gramos de almendras
• 60 gramos de azúcar
• 1 huevo
• 50 gramos de galletas molidas
• Cantidad necesaria de ron
• 50 gramos de manteca blanda
• 100 gramos de mermelada de damascos
PREPARACIÓN:
En un bol, formar un fermento uniendo la levadura con la harina, el azúcar y la leche tibia. Reservar. Aparte, batir la manteca con el azúcar a punto crema, perfumar con la ralladura de limón, las esencias de limón y vainilla e incorporar el huevo. Sobre la mesa de trabajo, tamizar la harina con la sal formando un volcán. Unir los ingredientes en el centro del volcán con el fermento reservado. Amasar hasta formar una masa suave, tierna y elástica. Dar 80 golpes, tapar y dejar duplicar su volumen. Preparar el relleno uniendo los frutos secos con el huevo, el azúcar y las galletas molidas. Verter el ron para formar una pasta. Una vez leudada la masa, estirarla en forma rectangular. Pincelar la superficie de la masa con la manteca blanda, cubrir con la mermelada de damascos y esparcir el relleno. Arrollar la masa y cortar rodajas de 3 ó 4 cm de ancho. Enmantecar una tortera y acomodar las rodajas en forma vertical, algo separadas entre sí para dejarlas crecer. Tapar, dejar reposar 10 minutos en un lugar tibio y llevar a horno de 180° C durante 30 minutos. Desmoldar y pincelar con mermelada.
