Ingredientes:
250 gramos de manteca
200 gramos de azúcar
2 huevos
3 yemas
esencia de vainilla
400 gramos de harina
20 gramos de polvo de hornear
100 gramos de fécula de maíz
Ingredientes para el relleno:
500 gramos de ricota
2 huevos
esencia de vainilla
2 duraznos en almíbar
Para la terminación:
1 huevo
azúcar impalpable
Preparación de la masa:
Se bate la manteca con el azúcar hasta obtener una crema suave. Agregar los huevos y las yemas de a uno, batiendo hasta integrar. Perfumar con la esencia de vainilla. Aparte, cernir en un bol la harina, el polvo de hornear y la fécula de maíz e incorporar de golpe a la preparación anterior y unir hasta formar un bollo. No se debe amasar. Cubrir con polietileno y llevar a la heladera de un día para el otro. Al día siguiente, dejar que la masa tome la temperatura ambiente y dividirla en dos partes. Enmantecar y enharinar una tartera de 26 centímetros de diámetro. Estirar una de las masas sobre la mesada ligeramente enharinada, enrollarla en un palote y forrar con ella el molde. Emparejar los bordes y reservar. En un bol mezclar la ricota con los huevos y el azúcar y perfumar con la esencia de vainilla y verter en el molde. Acomodar los duraznos escurridos y cortados. Cubrir la preparación con la otra parte de la masa estirada, presionar bien los bordes para que no se abran y quede prolijo. Pinchar la superficie con un tenedor. Pintar con huevo batido y realizar con el tenedor dibujos decorativos. Cocinar en horno moderado unos 35 minutos. Retirar, dejar enfriar y espolvorear con azúcar impalpable.
