El «roux»:
Es muy común que a la hora de hablar de salsas se mencione el «roux». Se trata de una mezcla de manteca diluida y harina a la que se agrega un líquido como leche o vino. El «roux» puede cambiar su color de acuerdo con la cantidad de harina, manteca o el tiempo que se lo mantenga en el fuego. Además, ese color dependerá del líquido que se agregue. Por ejemplo, la salsa bechamel o salsa blanca, se origina en un «roux», es decir, en una mezcla de manteca y harina. A ella se le incorpora leche. A partir de la salsa bechamel, se pueden elaborar muchas más agregando otros ingredientes.